Sareval está echando el rato en El gato al hombro, dándole vueltas a las Gafas de Encantamiento que consiguió del botín de los sectarios, no teniendo muy claro si le acabará sacando un uso real.

En eso, un enorme semiórco entra con aspecto abatido arrastrando un hacha de verdugo con una hoja capaz de cortar tres cabezas de un tajo.

El semiórco, con aspecto de bárbaro, le pide a Brotik lo de siempre, y este saca de debajo de la barra lo que parece ser un barril pequeño con un enorme asa atornillada.

El semiórco, Brock el Devastador, se lamenta de que tras una semana saqueando cuevas y tumbas, lo único que ha conseguido para la preciosa tifling que está cortejando es un par de «putos mondadientes».

Sareval, que estaba aburrido a lo suyo, inmediatamente interviene, poniendo su mejor sonrisa, mientras le propone un cambio al tal Brock: los mondadientes por las preciosas y estilos as gafas.

Brock no es idiota, y tras varias jarras y un duro regateo, las gafas y 500 monedas de oro más cierran el acuerdo.

Sareval deja El gato al hombro borracho como nunca antes en su vida, con dos amigas y un amigo nuevos, con 500 monedas de oro menos, sin las dichosas gafas, y con un par de «mondadientes» en un precioso estuche.

Ha sido una buena noche. Pero mejor será el día de mañana.

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Written by Dovesan
Y a veces, cuando caes, vuelas.